En la Asamblea General ordinaria de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA), celebrada el día de hoy, no hubo sorpresas y Juan Cortina Gallardo fue ratificado como presidente del Consejo de dicho organismo y Humberto Jasso como presidente Ejecutivo. No hubo ningún candidato para suplir a Cortina, bueno ni siquiera una propuesta en lo “oscurito” como se llegó a mencionar.
Para los especialistas, en los 16 años que lleva Juan Cortina al frente del organismo la mayoría de los dueños asociados ha permanecido impasivos a la problemática real del sector, poniendo de manifiesto que la Cámara poco les importa porque su lema sigue siendo: “Cada quien para su santo”. Peor aún, la mayoría de los industriales adheridos no tiene propuestas ni quiere el cambio, pues se ha acostumbrado a vivir bajo la sombra, dejando que sean otros (cañeros, obreros, gobierno y uno que otro industrial) quienes resuelvan los asuntos importantes. Por otro lado, a los nuevos azucareros (los juniors, pues), ni les preocupa ni les ocupa los asuntos importantes de este sector; se han acostumbrado sólo a ganar, ganar, y a empeñar el futuro de los negocios, como sucedió con el grupo Sáenz, y cómo está sucediendo en el ingenio Puga y otros que pronto saldrán a la luz.
EN RIESGO GRUPO BETA SAN MIGUEL
Cuando el grupo azucarero Beta San Miguel adquirió 5 ingenios al gobierno Federal –hace ya más de un lustro- se pensó que se fortalecería debido a su gran solvencia económica por la sociedad con grandes corporativos industriales como Bimbo y Coca Cola. Así, en 2016 con la compra de los dos últimos ingenios, Beta quedó conformado con 11 factorías y con poco más de 23 por ciento de la producción azucarera total del país (considerando un promedio de 6 millones de toneladas).
Sin embargo, la falta de experiencia en el mercado “spot”, en donde la mayoría de las ocasiones el factor precio es vital, lo ha puesto en el ojo del huracán. Antes de la compra de los ingenios destinaba sólo unas 96 mil tons de azúcar al mercado “spot” y el resto a la industria; con la compra de las 5 factorías al gobierno Federal el volumen alcanzó las 300 mil tons o más.
Es en 2018 cuando Beta empieza a dar muestra de desorden en el área comercial: Luis Alberto Radilla, quien hasta entonces se encargaba de la comercialización de azúcar, renuncia dejando “patas arriba” la referida área; se dice que había adeudos importantes pero muy poca azúcar en bodegas. Derivado de lo anterior, las áreas financiera y administrativa también comenzaron a tambalearse.
Ante estos hechos, se dice que hoy Beta San Miguel enfrenta su peor crisis, misma que no sólo ha alcanzado a las áreas referidas sino a las mismas fábricas. Prueba de ello, es que desde el año pasado el ingenio considerado como la “joya de la corona” -Central El Potrero- no deja de sufrir serios problemas de operación -se dice que por su falta de inversión y administración-. Los ingenios San Rafael de Pucté, La Providencia y San Miguelito continuamente tienen paros por los abusos que se cometen contra los productores de caña, como falta de pago a tiempo, descuentos injustificados, cobros excesivos de parte de la parafinanciera UNAGRA, propiedad del mismo grupo, entre otras.