En la carta dirigida a la representante Comercial de los Estados Unidos, Katherine Tai, los líderes de 27 asociaciones de la industria agroalimentaria de aquel país también expresaron su inconformidad ante una serie de “acontecimientos alarmantes” que han sido impulsados por el Gobierno de México. Destacan también la nueva regulación de etiquetado contenido en la NOM-051, en donde señalaron que dicha regulación, que comenzó a aplicarse desde noviembre 30 del 2020 con requerimientos adicionales para la aprobación de los productos. Se dijeron “consternados” sobre dichas medidas, las cuales en ciertas áreas parecen no tener sustento o bases científicas; son promovidas por las campañas del gobierno en México para minimizar las importaciones de comida y productos agrícolas provenientes de EU, a través de los ataques hacia le reputación de los productos importados, etiquetándolos como perjudiciales para la salud de los consumidores mexicanos, acusan.
A decir de especialistas en el tema, la preocupación de aquellos radica en que gran parte de los llamados productos “chatarra” son elaborados por sus grandes transnacionales: Coca Cola, Pepsico, General Mills, Mondele, Mars y Kellogg´s, mismas que además importan gran parte de los productos agrícolas para la elaboración de sus productos: maíz, trigo, leche en polvo y carnes. Se dice que, con la aplicación de la NOM, los productos procesados por esas grandes transnacionales son los que portan, en su mayoría, el mayor número de sellos de advertencia.
Paradójicamente, en aquella nación hay sellos de advertencia que aquí antes no había y que precisamente tiene que ver con la alta fructosa, en donde ya hace varios años se obligó a las grandes marcas de bebidas y alimentos para que sus productos tengan en sus etiquetas la leyenda del contenido de fructosa y el daño que provoca. Entonces, ¿por qué la queja? preguntan los especialistas.