De extrañas, por decir lo menos, podrían calificarse las declaraciones hechas por el presidente de la Unión Nacional de Cañeros de la CNPR, Carlos Blackaller Ayala, a sus agremiados. En el pleno de dirigentes les afirmó que la organización está llevando a cabo las negociaciones del Precio de Referencia para el Pago de la Caña de Azúcar, para lo cual se ha analizado la metodología para determinarlo. Llama la atención que él mismo anunció, hace una semana, que los lideres cañeros y la representación de la Cámara Azucarera ya habían firmado en común acuerdo el susodicho precio.
Según Blackaller, a partir de la Zafra 20/21 el componente nacional se obtiene del valor mayor entre SIMAN y SNIIM, quedando la tarea de incorporar:
· Superficie base industrializada en la Zafra 2018-2019 para el dimensionamiento del excedente exportable.
· En Lineamientos de Exportación – integrar el concepto de exportación por ampliación de superficie por Ingenio.
· Concertar la propuesta jurídica y legislativamente viable para adicionar Capítulo de Sanciones a la LDSCA.
· Desarrollar acciones y actividades de comunicación para promover mayor utilización y la defensa del azúcar.
Por otro lado, Blackaller informó sobre el mercado mundial y recordó a los dirigentes que la exportación a éste representa pérdidas reales para los productores, por lo que, dijo, hay una propuesta de modernización del FIMAE, como una herramienta que garantiza la exportación del excedente exportable.
La pregunta entones es: ¿Bajo qué parámetros se fijó el precio de referencia para el pago de la caña dado a conocer el pasado 23 de abril? ¿Por qué se hizo el anuncio un mes antes de que se cumpliera los plazos previstos en la legislación cañera?